El maíz (Zea mays) es un cultivo de ciclo primavero-estivo-otoñal (campaña de gruesa) cuya ventana de siembra abarca desde agosto hasta fines de enero aproximadamente, dependiendo de la latitud. Su período crítico ocurre entre los 15 días anteriores y los 15 días posteriores a la floración. El principal destino es el mercado de exportación. Sin embargo, también es utilizado para la alimentación animal y la producción de bioetanol, entre otros. Según los datos obtenidos en las últimas décadas en Argentina, el rendimiento promedio ronda los 7.000 kg/ha, distribuyéndose su producción en gran parte del territorio nacional. Se caracteriza por ser altamente demandante de tecnología, exigiendo además niveles considerables de Nitrógeno (N) en el suelo para su desarrollo. Asimismo, por su metabolismo C4, presenta respuestas al agregado de Zinc en suelos deficientes. Los principales nutrientes que limitan su producción en los suelos de la región son: Nitrógeno (N), Fósforo (F), Azufre (S), Potasio (K) y Zinc (Zn).