El girasol (Heliantus annus) es un cultivo de ciclo primavero-estivo-otoñal (campaña de gruesa) cuya siembra comienza en julio y se extiende hasta diciembre, dependiendo de las latitudes. Su periodo crítico ocurre 30 días anteriores y 20 días posteriores a la floración. El principal destino de su producción es la industria y, en menor medida, se destina a alimentación animal y consumo humano. Según los datos obtenidos en las últimas décadas en Argentina, el rendimiento promedio ronda entre los 2000 kg/ha y los 2500 kg/ha. Los principales que limitan la producción en los suelos de la región son: Nitrógeno (N), Fósforo (P), Potasio (K), Azufre (S) y Boro (B), siendo este último de vital importancia en suelos con bajos contenidos de materia orgánica.